CIMAS

CIMA Nº 8: ZUGSPITZE

La montaña más alta de Alemania

ALEMANIA

ZUGSPITZE

11 / 06 / 2022

ALTITUD

2.982 m

ÒSCAR SOLSONA Y ANDREU LÓPEZ

NIVEL DIFICULTAD

MEDIO

CRÓNICA DE LA ASCENSIÓN A ZUGSPITZE (ALEMANIA)

Tengo reciente todavía la adrenalina de la ascensión al Vorder Grauspitz, techo de Liechtenstein, y que resultó bastante más compleja de lo previsto. Este viaje de 5 días presenta la particularidad de que transitamos por 3 países como son Liechtenstein, Alemania y Austria y si bien lograr el techo de Austria era el objetivo inicialmente previsto, la prudencia y la época del año con todavía exceso de nieve nos lo hacen descartar. Logrado el día anterior el Vorder Grauspitz, nos faltará intentar hacer lo mismo con el Zugspitze que con 2.982 metros es el punto más alto de Alemania.

Presenta la cumbre varias posibilidades y opciones de ruta. La que parte de la vertiente alemana es más corta si bien presenta en buena parte del trayecto tramos equipados que nos hacen dudar sobre la agilidad, progresión y ritmo al que avanzaremos. En países en los que no conocemos el terreno, resulta capital priorizar la seguridad y escoger la opción más fácil de ascensión a la cumbre…así, y en cuanto a Alemania, optamos por partir del aparcamiento de Brent Alm (Ehrwald) en la vertiente austríaca y desde 1.156 metros.

Brent Alm es una zona de mucha actividad deportiva en la temporada de invierno, dado que cuenta con la presencia de un complejo de esquí, así como en la temporada de verano, en que coincidimos con ciclistas, corredores, escaladores y senderistas.

El programa que nos espera es exigente con prácticamente 2.000 metros de desnivel positivo y en torno a 15 kilómetros. La agenda turística de visitas en la región nos condiciona las características de la ruta y optaremos por hacer la vuelta con funicular y así de este modo también evitar castigar de manera innecesaria las rodillas.

La ruta desde Brent Alm empieza con unos kilómetros de asfalto que se hacen monótonos si bien transcurren entre bosques que nos protegen del sol, elemento que habíamos encontrado en falta los últimos días en Munich y Liechtenstein. Después de unos kilometros de suave pero prolongada ascensión llegamos a Ehrwalder Alm (1.502m) que es un espacio con servicios (cafeterías, restaurantes…) donde confluyen remontadores.

A partir de este punto se produce una “criba” importante de senderistas coincidiendo con el incremento de pendiente del terreno. Atrás queda la gente que ha optado por excursiones cortas y de carácter familiar y las personas que nos encontramos mayoritariamente comparten destino con nosotros.

Mantenemos conversaciones animadas con diferentes personas de todo el mundo a la vez que vamos superando tramos exigentes del recorrido y muy acompañados por paisajes que no decepcionan y responden a las expectativas creadas. Llegamos a un punto importante de la ruta y que a la vez coincide con el 50% de desnivel positivo salvado y que no es otro que Gatterl (2.024m), frontera austríaca-alemana.

Pasado este punto damos los primeros pasos del día en territorio alemán y avanzamos por un tramo de unos 3 kilómetros sin prácticamente ganar altura. Aquí la montaña se convierte en rocosa y dejamos de ver bosque, así como al horizonte divisamos alguna tonalidad blanca que cubre la montaña y mucho a la distancia el inconfundible color dorado de la cruz de la cumbre Zugspitze.

Llegamos al refugio de Knorrhütte (2.051 metros) en el que haremos una parada, nos avituallamos bien, así como ponemos también sólido en el cuerpo. Nos esperan 900 metros de desnivel positivo, llevamos horas andando así que recargar baterías es muy necesario. Nada más salir del refugio, la subida se vuelve exigente. Es un día duro: excursión larga, con mucho desnivel acumulado, mucho sol y la última jornada de montaña en Liechtenstein está muy presente en nuestras piernas.

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Encontramos un holandés, un chico desubicado en el espacio – tiempo, que nos acompaña una parte de camino y que no ha hecho demasiado bien los cálculos sobre su vuelta a su punto de origen. A la cota 2.400 / 2.500 metros la nieve empieza a hacerse presente que junto con la fuerte subida y a que lo tenemos que hacer de manera rápida para no perder el último teleférico de bajada del día, implica que nos exprimimos físicamente.

Son instantes que he disfrutado mucho. Me gusta ascender, me gusta ascender con intensidad, a buen ritmo como hoy…en la ascensión nos divertimos con algún paso equipado y cables en los que apoyarse. La cumbre se huele pero se hace rogar…finalmente llega. Llegamos arriba de una tarima enorme y espectacular preparada y acondicionada con orgullo para el turista. No nos podemos dormir…tenemos que encontrar la cumbre y comprar los billetes de bajada. Somos las últimas personas del día en hacer cumbre. Junto con Òscar nos hacemos la foto orgullosos del camino recorrido a lo largo del día, del momento que estamos viviendo.

La cumbre Zugspitze es de las más ostentosas que he subido nunca con una cruz dorada espectacular que se identifica a kilómetros de distancia. Disfrutamos mucho de los instantes en que la cumbre es solo nuestra si bien la derivada de esta sospechosa tranquilidad en un lugar tan concurrido, es que hemos perdido el último funicular de bajada.

Pese a la anterior pérdida, parece que es nuestro día de suerte y a pesar de que la persona de la “taquilla” nos obsequia con una cara poco amigable parece que podremos bajar con el funicular categoría “trabajadores – staff”. Los alemanes son cuadriculados, pero de vez en cuando presentan algunas fisuras de flexibilidad.

Fantástico día de montaña y en mi caso con el octavo Top Summit en el zurrón. Danke Zugspitze.

GALERÍA DE LA ASCENSIÓN A ZUGSPITZE (ALEMANIA)

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