El constante contacto con la naturaleza y los entornos rurales, es lo que me abrió las puertas del excursionismo y este al montañismo y al alpinismo.

Soy Jordi Girona, de formación ingeniero técnico industrial, nacido el 1979 y residente en la Selva del Camp (Baix Camp) y ya de muy pequeño, mis padres nos llevaban a mí y a mi hermano a la montaña: el Pirineo, Prepirineo, els Ports o las Apujarras eran lugares habituales donde acampábamos, visitábamos lagos, pueblos y ermitas abandonadas o recolectábamos setas. Fui durante muchos años de mi infancia un asistente habitual a los esparcimientos y las colonias que se organizaban en mi pueblo, estas tenían todas un cariz excursionista como base canónica. El contacto con la naturaleza pues, era cotidiano y habitual, por tan, y sin ningún tipo de duda, esto ha acontecido un hecho clave en mi vida.

Durante una pubertad y adolescencia un poco movida y un tanto turbulenta, estuve apartado de la montaña y la naturaleza durante unos 5 o 6 años, y finalmente un hecho trágico me hizo volver. De la mano de mi hermano mayor, a los 22 años coroné el techo de Cataluña: la Pica. Aquella montaña que no deja indiferente a nadie que la pisa. Desde entonces ya no habido pausa y con algunos altibajos, mi contacto con la montaña ha sido constante.

La montaña en sí misma me ha regalado algunas de las experiencias más gratificantes de mi vida, pero también me ha llevado nuevas aficiones como el ciclismo, la fotografía de fauna y la ornitología, al mismo tiempo que me ha hecho conocer nuevas amistades.

Con Andreu nos conocimos durante los preparativos de la ascensión al Kilimanjaro, el cual hicimos satisfactoriamente. Me habló de su espectacular proyecto de vida: TOP SUMMITS OF THE WORLD. Habiendo quedado impresionado por la magnitud del proyecto, decidí acompañarlo en algunas de estas cumbres, las que siempre he querido hacer y ahora ya van dos conseguidas (Kilimanjaro y Moldoveanu) y teniendo alguna más ya programada.

Las cumbres que haremos juntos nadie lo sabe, pero deseo que sean muchas, porque el montañismo no es una afición cualquiera, a veces no tengo claro ni que sea una afición, es filosofía, es perseverancia, es pasión e intrínsecamente es ecologismo y amor por la naturaleza y los espacios salvajes y lo más libres posibles de manipulaciones humanas, en definitiva es todo aquello que puede hacer cualquier ser humano mucho mejor.

En un momento de mi vida en que buscaba respuestas, la montaña me las dio y estas eran tan simples que nunca las hubiera encontrado en ningún otro lugar. Las respuestas eran: contempla el mundo, admíralo y disfrútalo pero hazlo con el respeto que se merece, como si de una parte de ti se tratara.