CIMAS

CIMA Nº 15: Moldoveanu Peak

La montaña más alta de Rumanía

RUMANÍA

Moldoveanu Peak

13/10/2023

ALTITUD

2.544 m

JORDI GIRONA Y ANDREU LÓPEZ

NIVEL DIFICULTAD

BAJO

CRÓNICA de la ascensión a Moldoveanu Peak (Rumanía)

Con Jordi Girona nos conocimos en el Kilimanjaro (Top Summit nº12) el pasado mas de abril y enseguida establecimos una gran conexión. Es un gran amante de la naturaleza, alguien sumamente respetuoso con ella y con mucha experiencia en la montaña. Tenemos formas de actuar bastante divergentes pero convergemos mucho en el fondo y en la esencia de las cosas, en cómo queremos y nos gusta esta actividad, en las ganas que tenemos de descubrir nuevas rutas y territorios. Le hablé del proyecto TSOW en África, le gustó y animó mucho y enseguida en nuestras conversaciones apareció el destino Rumanía. Jordi es un gran ornitólogo y quería conocer los pájaros de aquella zona y en mi caso sentí como una llamada … una llamada de Drácula que me invitaba a descubrir los Cárpatos, Transilvania, sus castillos (Cáscaras, Bran…) sus iglesias ortodoxas, entre otros.

Aprovechamos el puente del 12 de octubre para hacer una salida de 5 días. La primera parada estaba en Bucarest que con 1,9 millones de habitantes es de las ciudades más grandes de Europa (la 5ena más poblada de la Unión Europea) y se trata de una ciudad fuertemente marcada por su pasado comunista y las construcciones megalómanas del dictador Ceausescu. La visita en la capital del país no merece más que reservar máximo 1 día y en nuestro caso, una tarde sería tiempo más que suficiente.

Si bien los bucarestins no están nada orgullosos porque supuso la demolición de un barrio entero, es parada obligatoria visitar (externamente) el Parlamento, que es el segundo con mayor tamaño del mundo después del Pentágono de los EE. UU. Adicionalmente, también resulta interesante conocer, tanto externa como internamente, las iglesias ortodoxas y si se tiene suerte y se coincide con una ceremonia religiosa se podrá comprobar como de devota es la población rumana. Finalmente, hay que disfrutar de un paseo por los alrededores de la Gran Plaza Central (también conocida como Piata Unirii) que está llena de fuentes y conecta, a través de un bulevar, con el palacio presidencial (omnipresente desde todos los puntos de Bucarest).

Nos retiramos pronto a la habitación puesto que tenemos uno rompecabezas a resolver. Top Summits es una aventura mundial que compagina turismo con el reto de ascender la cumbre más alta de cada país del mundo y desde hace semanas tenemos dudas sobre cuál de las 3 rutas de ascensión a la cumbre es la idónea y a la vez más encaja en nuestras posibilidades de viaje. Para nuestra sorpresa, prácticamente no encontramos información… decidimos contactar por Instagram con gente local que recientemente ha completado la ascensión. Nos decidimos por la ruta que parte de Stana Lui Brunéi.

Nos hacía dudar de ella la aproximación de más de 40 km por pista puesto que en los periodos en que la nieve o el agua hacen aparición, se vuelve impracticable. Este año estamos de suerte puesto que las altas temperaturas y el cambio climático, desgraciadamente son presentes a escala planetaria y si bien esta carretera unos años atrás hubiera estado imposible un 12 de octubre, este año nos indican que no hay ningún problema al transitar con vehículo. Así que resuelto el tema de la aproximación en vehículo, la cuestión propiamente de la ruta no presenta ningún inconveniente puesto que el itinerario que parte de Stana Lui Brunéi, implica una duración de entorno a 12 km, 1.000 metros de desnivel positivo y sin excesivas complicaciones técnicas.

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Salimos de Bucarest a las 8:00 de la mañana puesto que tenemos 6 horas de conducción (4 horas hasta el inicio de la pista forestal y 2 horas de la propia pista hasta el punto de inicio de nuestra ruta). La ruta en coche, nos permite coger las dos Permanecías: una más metropolitana y otra, tanto buen punto se entra a Transilvània, más agraria, rural y forestal. 

Llegamos sobre las 14:00 a Stana Lui Brunéi (1.450 metro de altura) y dado que es un valle cerrado y sombrío así como que el día ya no alarga demasiado en cuanto a luz, decidimos destinar la tarde a hacer un reconocimiento de parte del itinerario que completaremos mañana. Jordi anda poco rato (no llega a la hora) y en mi caso, después de tantas horas sentado en el coche, tengo ganas de andar. Llego hasta 2.050 metros a los pies del Moldoveanu y dónde encuentro evidencias de la presencia de un oso en forma de una gran huella (Transilvania es de las regiones del mundo con mayor presencia de este animal y se estiman unos 7.000 ejemplares). La vuelta la hago corriendo y llego a las 18:30 al coche y en el que encuentro a Jordi, que ya empezaba a preocuparse, esperándome.

Hablamos de la logística y a pesar de la presencia de plantígrados, decidimos que Jordi duerma en la tienda y en mi caso lo haga dentro del coche. Ingerimos un poco de alimento y a las 20:30 nos ponemos a dormir puesto que tampoco tenemos nada más que hacer.

Dormir en un coche no es lo mejor del mundo pero digamos que he tenido noches peores y que siento que más o menos he descansado. El valle es muy cerrado, podría denominarse Vall Fosca de Rumanía, y no empezamos a andar hasta las 8:15.

El tramo inicial es una pared bastante inclinada de 600 metros (+) que va ganando altura a buen ritmo mientras a nuestra espalda tenemos una vista muy bonita del valle y observamos como nuestro coche se va quedando diminuto. Salvado este desnivel inicial de 600 metros (+) se presenta ante nosotros un bonito paisaje: en primer lugar tenemos una larga llanura de 1,5 km por la que circula el curso del río y más al fondo aparecería una cadena de montañas donde se encuentra el objetivo del día: el Moldoveanu y sus 2.544 metros.

Progresamos rápido por la gran llanura al mismo tiempo que intercambiamos impresiones con senderistas locales que nos tranquilizan en relación a los ataques de huesos puesto que nos afirman que son animales que tienen miedo de la presencia humana y que al mínimo ruido se alejan.

Seguidamente después de cruzar la llanura, llegamos a los pies de la montaña y faltan 400 metros (+) de desnivel que se segmentan en 2 tramos. Primeramente un desnivel de 200 metros (+) bastante pronunciado que nos acerca en un cuello desde el que tenemos vistas a otros valles de donde salen otras rutas y desde dónde a únicamente 5 minutos se tiene un refugio libre bastante concurrido y conocido entre los senderistas locales (Refugio Vistea Madre). Descansamos un poco en el cuello, aprovechamos que llega cobertura para dar señales de vida a nuestro entorno desprendido de 24 horas sin señal telefónica y retomamos la marcha rápido puesto que el cielo se está poniendo feo.

Los últimos 200 metros (+) de desnivel si bien presentan algún tramo equipado con cadenas, no presentan absolutamente ninguna dificultad y bien pronto se presenta ante nosotros la bandera rumana y señal de que hemos conquistado el techo de los Cárpatos a la vez que la máxima elevación del país. Las vistas desde arriba son de privilegio si bien empiezan a caer gotas y no nos pararemos a comer. Muy contento a nivel personal de lograr mi Top Summit nº15.

A la cumbre le sigue una cresta de 2 kilómetros que pierde altura a muy poca velocidad y que nos permite disfrutar de las vistas de las dos vertientes de la montaña. La excursión finaliza con un bonito tramo de bosque, primero con la presencia de pinos y seguidamente de abetos.

Finalizada la aventura del Moldoveanu y el descubrimiento de los Cárpatos, abandonaremos Transilvania para ir a la bonita ciudad de Brasov que presenta un centro con mucho de encanto. Otras paradas de nuestro viaje serían el Castillo de Bran o más popularmente conocido como Castillo de Drácula, si bien la visita en el interior del castillo es totalmente prescindible (se trata de un atractivo turístico que vive de la leyenda del libro escrito por el irlandés Bram Stoker).

Nuestra última bala turística en Rumanía la gastamos a Sinaia donde disfrutamos de la visita exterior del Castillo de Cáscaras y el encanto de los alrededores de la fortaleza.

Nuestra aventura “express” llega al final pero lo hacemos muy satisfechos de todo el que hemos podido hacer, conocer y descubrir en solo 5 días y lo más importante, sanos y salvos de ataques de vampiros.

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GALERÍA de la ascensión a Moldoveanu Peak (Rumanía)

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