Un exámen de 5.895 metros

¿Cómo ha sido la preparación física para ascender al Kilimanjaro?

La ascensión al Uhuru Peak, más popularmente conocido como Kilimanjaro, no es una ascensión cualquiera y como tal, precisa de una planificación y preparación anticipada y prolongada en el tiempo.

En primer lugar, hay que tener presentes la fecha de partida del viaje, así como las características de la ruta hasta la cumbre. Respondiendo a la primera, el vuelo de Barcelona hasta el aeropuerto de Kilimanjaro (en Tanzania) nos sale el día 1 de abril y el mismo día 2 de abril ya comienza el trekking. En cuanto al segundo aspecto relativo a las características de la ruta, en nuestro caso la pionera e impulsora del grupo con el que vamos (a través de una agencia de viajes) fue Natalia Santamaria que se decantó por la “Lemosho Route” por ser la ruta que presenta una mejor aclimatación.

La “Lemosho Route” tiene el inicio del trekking a Londorossi Gate (2.100 metros) y toma el camino por el oeste del macizo y de allá conduce los caminadores por la meseta de Shira (Shira Plateau). La ruta no es tanto popular como la “ruta Machame” o la “ruta Marangu” pero lo compensa por su variedad de paisaje. El ascenso al Kilimanjaro y sus 5.895 metros puede implicar hasta 6 -7 días de travesía y hay que tener en cuenta que se andarán en torno a 70 km y unos 6.000 metros de desnivel positivo y unos 6.500 metros de desnivel negativo dado que la ruta finaliza en la cota de 1.600 metros aproximadamente.

De todas las anteriores características técnicas presentadas se extraen algunas consideraciones de interés en cuanto a la preparación de la ascensión como serían las siguientes:

  • Las distancias diarias a andar no son largas y pueden suponer entre 10 – 15 km por jornada,
  • El desnivel positivo por jornada es de 1.000 metros y el negativo también es de 1.000 metros por jornada,
  • Los anteriores parámetros de distancia y desnivel se tienen que completar en altura en que la escasez de oxígeno es manifiesta.

Los meses de diciembre y enero históricamente para mí siempre han sido los de menor actividad en la montaña, así como de actividad física en general y se podría explicar por la corta duración de los días, la peor meteorología para realizar actividad exterior así como también la alta actividad en el resto de meses del año que derivan en que aproveche para dar descanso al cuerpo.

El año 2022 no es una excepción a lo anterior y el mes de noviembre está lleno de actividades entre otros la popular carrera “Behobia – San Sebastián” así como la integral de Sierra Nevada con nieve, que nos lleva a ascender el Pico Veleta (tercera cumbre más alto de la península Ibérica con 3.392 metros) y el Pico Mulhacén (con una altura de 3.482 metros el más alto de la península). Completado el anterior programa, nos daremos un merecido receso los meses de diciembre y enero, en los que saldré a correr algún día puntual si bien prácticamente no pisaré la montaña.

Muy entrado el mes de febrero el chip cambia completamente. Quedan justamente dos meses para ir a África y activo el modo “Kilimanjaro”. Parcelo y diferencio mi preparación entre el mes de febrero en el que se trabajará más la capacidad de resistencia aeróbica y el mes de marzo en que, en la medida de las posibilidades que nos ofrece el entorno de Catalunya, entrenaremos la aclimatación así como introduciremos más desnivel en nuestras salidas.

En el mes de febrero para trabajar y potenciar la resistencia aeróbica que está en mínimos, opto por ir a correr 2 – 3 días de Lunes a Viernes y realizar una salida senderista en la montaña el fin de semana por un total de 3 – 4 días de actividad en la semana. En referencia al correr, realizo salidas de 10 – 15 km generalmente por la montaña puesto que me aporta mayor desconexión que la ruta urbana y que me llevan habitualmente entre 1 hora y 2 horas de actividad.

En cuanto a la actividad de los fines de semana durante el mes de febrero realizo la siguiente:

2
  • 2 fines de semana opto por el macizo de Montserrat concretamente el trayecto Monistrol de Montserrat – Santo Jeroni que supone más de 1.000 metros de desnivel positivo y en torno a 16 km,
  • 2 fines de semana opto por hacer salidas con los amigos de Portbou y que a la vez es donde tengo el club excursionista en el que estoy afiliado. Gina Strohecker y Xavier Ardèvol son los mejores embajadores posibles (tú también Li cuando te recuperes de este talón de Aquiles 😉) para conocer el Alt Empordà y completamos rutas de entre 15 – 20 kilómetros y con 1.000 metros de desnivel por un territorio que no presenta excesiva altura (en ningún momento pasamos de la cota 700 metros).
Entramos en el mes de marzo, falta 1 mes para nuestra salida y siento que empiezo a coger forma física. En nuestra ecuación preparatoria falta introducir altura así que para poner remedio en esto, contacto con Natalia Santamaria; persona activa y siempre receptiva cuando de planes de montaña se trata. Creamos un grupo de WhatsApp integrado por compañeros de la ruta del Kilimanjaro provenientes de Catalunya si bien únicamente seremos 3 los que por agenda tendremos disponibilidad (Natalia Santamaría, Jordi Girona y el redactor de estas líneas) y planificamos un programa en altura. Concretamente el siguiente:
  • 19 de marzo: ruta por Vallter hasta el Gra de Fajol (2.714 metros)
  • 25 y 26 de marzo: es el fin de semana previo a partir y subiremos el sábado a Puigmal (2.910 metros) y el domingo al Torreneules (2.713 metros) procurando mantenernos en altura el máximo tiempo posible.

No dejo la rutina de hacer 2-3 salidas de running entre semana y los otros 2 fines de semana haré salidas por Sadernes hasta la cumbre de Bassegoda (1.373 metros) así como Santo Jeroni (1.236 metros). En estas, si bien no trabajo específicamente la altura, trabajo la resistencia, así como distancias y desniveles similares o incluso superiores a los que veremos en nuestra “Lemosho Route”

Bien, haciendo un símil académico, ya hemos estudiado por el examen del Kilimanjaro y estamos preparados. ¡Que se levante el telón!

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