Consejos de nutrición para ascensiones de montaña

Todo lo que debes tener en cuenta en el antes, durante y después

Subir montañas no solo implica un reto físico, también pone a prueba tu cuerpo en términos de nutrición. Ya sea que estés planeando escalar un pico de 3.000 metros o te enfrentes a la dureza de las cumbres más altas del mundo, una correcta alimentación es clave para mantener tu energía, resistencia y salud. En Top Summits of the World sabemos lo importante que es preparar bien cada detalle para una ascensión exitosa. Por eso, hemos recopilado nuestros mejores consejos de nutrición para que saques el máximo partido a tu experiencia, antes, durante y después del ascenso.

 

Nutrición previa a la ascensión: preparando tu cuerpo

La preparación comienza semanas antes de poner un pie en la montaña. Planificar bien tu alimentación te permitirá llenar tus reservas de energía y fortalecer tu sistema inmunológico. Desde Top Summits of the World, te recomendamos los siguientes pasos:

1. Aumenta el consumo de carbohidratos complejos

Los carbohidratos son la principal fuente de energía para los músculos. Opta por carbohidratos complejos, como avena, arroz integral, quinoa y pan integral, que proporcionan energía de liberación lenta. Durante las semanas previas, aumenta tu ingesta para asegurarte de que tus reservas de glucógeno estén completas.

2. Introduce probióticos en tu dieta

Mantener un sistema digestivo fuerte es fundamental cuando te expones a nuevas altitudes y condiciones. Alimentos como yogur, kéfir y chucrut, o suplementos probióticos, pueden ayudarte a evitar problemas estomacales durante la expedición. En nuestras experiencias, hemos visto cómo unos intestinos saludables pueden marcar la diferencia en el rendimiento de la ascensión de una cima.

3. Hidratación constante

Beber suficiente agua es clave antes de una ascensión para evitar la deshidratación en altitudes elevadas. En las semanas previas, incrementa tu ingesta de agua y acompáñala de bebidas ricas en electrolitos como agua de coco o isotónicos, lo que te ayudará a equilibrar los minerales que necesitas.

4. Refuerza tu consumo de proteínas

Para preparar tu cuerpo para el esfuerzo, es vital consumir proteínas magras como pollo, pescado o huevos. Esto ayudará a la reparación y fortalecimiento muscular durante los entrenamientos previos.

5. No olvides los micronutrientes

Vitaminas y minerales como el hierro, el magnesio y las vitaminas B y C son fundamentales para el rendimiento en altitud. Desde nuestra experiencia en Top Summits of the World, recomendamos consumir frutas y verduras como espinacas, brócoli, naranjas y plátanos, o incluso considerar suplementos si es necesario.


Durante la ascensión: mantén tu energía y rendimiento

Una vez que estás en plena ascensión, es crucial seguir una correcta estrategia alimenticia para mantener tu energía. A grandes alturas, el apetito puede disminuir, pero no debes olvidar que seguir comiendo e hidratándote es esencial durante la ascensión. 

1. Beber siempre agua embotellada

Uno de los riesgos más comunes en las expediciones es consumir agua sin tratar. En Top Summits of the World siempre recomendamos llevar suficiente agua embotellada o usar sistemas de purificación como filtros o tabletas de purificación. El agua contaminada puede causarte problemas gastrointestinales que pongan en riesgo tu ascenso. 

2. Alimentos fáciles de digerir

La digestión se ralentiza a medida que subes, por lo que es recomendable consumir alimentos ligeros y ricos en energía. Barritas energéticas, frutos secos y chocolate negro son buenas opciones que te aportarán la energía necesaria sin sobrecargar tu estómago.

3. Mantén los electrolitos en equilibrio

En la montaña perdemos minerales esenciales al sudar, incluso si no lo notamos. Lleva contigo tabletas de electrolitos o bebidas isotónicas para evitar calambres y fatiga extrema. A lo largo de nuestras expediciones, hemos visto cómo una buena hidratación y electrolitos adecuados pueden marcar una gran diferencia en el rendimiento.

4. Come en pequeñas porciones

En lugar de grandes comidas, es preferible fraccionar la alimentación en pequeñas porciones frecuentes. Cada dos horas, ingiere algún tentempié como frutos secos o galletas integrales para mantener los niveles de energía estables.

5. Cuidado con el mal de altura

El mal de altura es una preocupación real cuando superamos los 2.500 metros, y es algo que no debe tomarse a la ligera. A medida que ascendemos, la disminución de oxígeno en el aire puede provocar síntomas como dolor de cabeza, mareos, náuseas e incluso problemas más graves si no se trata a tiempo. Además de aclimatarte adecuadamente y controlar tu ritmo, es fundamental mantenerte bien hidratado y no saltarte comidas, ya que el malestar provocado por el mal de altura puede empeorar si estás desnutrido o deshidratado.

En Top Summits of the World siempre destacamos la importancia de escuchar a tu cuerpo. Si comienzas a experimentar cualquiera de estos síntomas, reduce el ritmo y, si es necesario, desciende a una altitud menor. Para más información sobre cómo prevenir y tratar el mal de altura, te recomendamos leer nuestro artículo completo Cómo prevenir el mal de altura en ascensos, donde explicamos en detalle las mejores prácticas para mantener tu salud y seguridad a grandes altitudes.

 

Post-ascensión: recuperación y cuidados nutricionales

Una vez que hayas completado tu ascenso, la nutrición sigue siendo esencial para la recuperación. Tu cuerpo necesitará tiempo para recuperarse del esfuerzo, y lo que consumas en las horas y días siguientes marcará la diferencia.

1. Rehidrata tu cuerpo

La deshidratación es común después de una ascensión, aunque no siempre sea evidente al principio. Prioriza la rehidratación con agua y bebidas ricas en electrolitos para restablecer el equilibrio de sales y líquidos en tu organismo.

2. Recupera los músculos con proteínas

Después del esfuerzo extremo, tu cuerpo necesita proteínas para reparar los músculos dañados. Alimentos ricos en proteínas como pescado, carne magra o batidos de proteínas son ideales para acelerar la recuperación.

3. Restaura tus reservas de glucógeno

El glucógeno, la fuente de energía almacenada en los músculos, se habrá agotado durante la ascensión. Restaura tus niveles consumiendo carbohidratos de calidad como arroz, pasta o patatas en tu comida post-ascenso.

4. Toma probióticos para el equilibrio digestivo

El cambio de altitud y la ingesta de diferentes alimentos pueden afectar tu sistema digestivo. En Top Summits of the World, solemos recomendar retomar los probióticos para restablecer el equilibrio intestinal y evitar malestares estomacales.

5. Acude a la Unidad del Viajero Internacional si es necesario

Si después de la ascensión notas síntomas inusuales, como problemas gastrointestinales o signos de infecciones, te sugerimos acudir a una Unidad del Viajero Internacional. Centros como el Hospital Clínic ofrecen chequeos completos para escaladores que han estado expuestos a condiciones extremas o zonas con riesgos de salud.

 

En Top Summits of the World, entendemos que la nutrición adecuada puede ser la clave para una ascensión exitosa. Desde la preparación previa hasta los cuidados post-ascenso, lo que comes y bebes impacta directamente en tu rendimiento y recuperación. Siguiendo estos consejos, no solo mejorarás tu experiencia en la montaña, sino que también asegurarás el bienestar de tu cuerpo en todo momento.

NUESTRAS ÚLTIMAS PUBLICACIONES

Deja un comentario